A través de las duras lecciones cotidianas, algún día llegarás a ver claramente que los malos hábitos alimentan el árbol de los insaciables deseos materiales, mientras que los buenos hábitos nutren el árbol de las aspiraciones espirituales. Deberías concentrar tus esfuerzos cada vez más en desarrollar exitosamente el árbol de tu espiritualidad, de modo que puedas algún día cosechar el fruto maduro del conocimiento de tu verdadero Ser. Paramahansa Yogananda, La ley del Exito.
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