Si tu madre no sabía cómo amarse a si misma, o tu padre no sabía cómo amarse a si mismo, sería imposible para ellos enseñarte cómo amarte a ti mismo. Estaban haciendo lo mejor que podían con lo que se les había enseñado de niño.
Louise Hay nos decía: somos víctimas de víctimas. Eso si, estas en el preciso momento de cortar esos patrones, así tus hijos no pasaran por las mismas elecciones. .
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