La oración por los muertos
Las almas que han partido permanecen en un estado de ensueño o de inconsciencia inmediatamente después de la muerte. No pueden sentir que se han despegado de sus cuerpos anteriores, gruesos y materiales. Las oraciones, el Kirtan y los buenos pensamientos de parientes y amigos pueden proporcionar un verdadero solaz a las almas que han marchado. Crean una potente vibración y los despiertan de su estado mental de ofuscamiento, haciendo regresar de nuevo su consciencia obtusa. Las almas comienzan entonces a darse cuenta de que ya no están en su cuerpo grueso y material.
Entonces se esfuerzan por cruzar la frontera, un estrecho río de éter, llamado por los hindúes Vaitarani, el Puente de Chinnat por los parsis, y Sirat por los musulmanes.
Cuando las almas que han partido se hunden pacíficamente, y cuando se disponen para disfrutar de un despertar glorioso en el cielo, son despenadas de pronto al vívido recuerdo de la vida humana por los lloros y lamentos de sus amigos y parientes. Los pensamientos de aflicción de los parientes producen vibraciones similares en su mente y causan una gran pena y aflicción. El dolor descontrolado de sus parientes los atrae desde los planos astrales. Esto puede retardar seriamente su camino hacia el mundo celestial, causándoles un grave daño. Swami Sivananda libro Senda Divina de Libreria Argentina
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